El compliance básicamente consiste en el cumplimiento normativo que todas las empresas deben observar en las distintas ramas del derecho que les resulten aplicables en sus operaciones diarias.

El programa de compliance tiene por objeto analizar el nivel de cumplimiento normativo de distintas áreas de la empresa (fiscal, laboral, corporativo, prevención de lavado de dinero, penal, etc) a efecto de determinar los riesgos que puede tener la empresa por incumplimiento, por lo que se propone un programa de cumplimiento con responsables y actividades asignadas a cada uno de ellos.

Esta ley, además de establecer las responsabilidades administrativas de los servidores públicos, sus obligaciones y sanciones, también regula la integridad de las personas morales en su relación con los funcionarios públicos de las Instituciones del gobierno.

Sí será sancionada, cuando los actos vinculados con faltas administrativas graves sean realizados por personas físicas que actúen a nombre o representación de la persona moral y pretendan obtener beneficios para la empresa.

Una política de integridad, debe contar con elementos como los siguientes: Manual de organización y procedimientos; código de conducta; sistemas de control, vigilancia y auditoría; sistemas de denuncia al interior y al exterior; entre otros.